--En la Edad Antigua--
La ciudad de León surge hacia 29 a. C. como campamento
militar romano de la Legio VI Victrix, en la terraza fluvial entre los ríos
Bernesga y Torío, cerca de la ciudad astur de Lancia, con motivo de las
llamadas Guerras Cántabras. A finales del siglo I, a partir de 74, el
campamento es ocupado por la Legio VII Gemina, fundada por Galba, la cual
permanecerá en León hasta aproximadamente principios del siglo V. Fue la única
legión asentada en Hispania hasta la caída del Imperio Romano de Occidente
(476), por lo que durante todo este tiempo León fue la capital militar de la Península.
La ciudad perteneció al Convento Asturicense, con capital en Asturica Augusta,
el cual formó parte de la provincia Tarraconense hasta el siglo III, cuando,
con la creación de la provincia de Gallaecia, fue integrado en ésta. El trazado
campamental romano original aún puede observarse en la actualidad, puesto que
se conservan gran parte de las murallas que lo rodeaban en los siglos III y IV.
Por los restos arqueológicos se sabe que contaba con unas termas (con ruinas
aún visibles bajo la catedral) e incluso un anfiteatro con capacidad para 5000
espectadores a extramuros, actualmente enterrado bajo la calle Cascalerías.
Alrededor del campamento fue creándose un núcleo civil paralelo, la cannaba, en
la que se asentaban todas las personas que se encargaban de cubrir las
necesidades de los soldados.
--En la Edad Media--
De la caída de Roma al reino de Asturias.
Tras el período romano, la ciudad formó parte del Reino
suevo y posteriormente del Reino visigodo. Entre los siglos VI y VIII la
escasez de evidencias arqueológicas proyectan una imagen carente de vitalidad
urbana, con una clara reducción del espacio habitado, pero el descubrimiento de
cerámicas adscribibles al periodo omeya cordobés en la zona de Puerta Obispo
nos indica que la ciudad no fue abandonada completamente, sino que conservó
cierta población estable.
León fue conquistada por el Califato Omeya en el año 712. No
obstante, no fue hasta alrededor de 846 cuando un grupo de mozárabes intentó
repoblar la ciudad con población cristiana, ya que hasta entonces esta había
permanecido en "estado latente", en el centro de la línea de
combates; sin embargo, un ataque omeya acabó con aquella iniciativa. Fue en 853
cuando Ordoño I incorporó la ciudad al Reino de Asturias, repoblándola con
éxito. Es con Ordoño II, que ocupó el trono tras la muerte de su hermano
García I, cuando la ciudad se convierte en capital del reino astur, iniciando
el Reino de León.
--Reino
de León.--
Durante
la existencia del reino, la ciudad de León fue creciendo y evolucionando en su
desarrollo. En esta cuestión jugó un destacado papel el Camino de Santiago,
quizás la más importante vía de circulación de gentes, ideas, cultura y arte
del Medievo.
Tenemos
también noticia de León a través de diversos códices, entre ellos el Codex
Calixtinus, manuscrito que, entre otras cosas, contiene información sobre la
ruta que los peregrinos seguían hacia Santiago de Compostela. Con todo ello, la
ciudad conoció el desarrollo de nuevos barrios, en ocasiones extramuros de una
ciudad que ya se quedaba pequeña, y casi siempre a la vera del camino de los
peregrinos, que accedían a la ciudad por la llamada Puerta Moneda.
La
ciudad de León fue sede regia desde la fundación del reino con García I, a
principios del siglo X, hasta la unión con Castilla en 1230, momento en que la
capitalidad del reino unificado fue itinerante. En el siglo X destacarían reyes
como Ordoño II, que fijó la capitalidad y consagró la primera catedral en las
antiguas termas romanas (bajo la actual catedral), y su hijo Ramiro II, que
construyó el primer palacio en Palat de Rey y llevó a cabo victoriosas campañas
contra los musulmanes, al igual que su padre. La segunda mitad del siglo es de
luchas civiles en León, reyes débiles con problemas con la nobleza, y de
ataques y contraataques musulmanes a la ciudad, incluyendo uno de Almanzor, que
causó graves destrozos. La recuperación y reordenamiento de la capital llegó
con Alfonso V a inicios del siglo XI, así como el comienzo de la victoria
cristiana en la península. Avanzado el siglo, hay un cambio de dinastía,
destacando a Fernando I como rey iniciador de la basílica de San Isidoro y de
su panteón real. Su sucesor Alfonso VI pasó a los anales de historia por el
avance en la reconquista y, sobre todo, por su relación política con el Cid. En
el siglo XII, y tras el paso de la primera reina, Urraca I, destaca su hijo
Alfonso VII, que avanzó notablemente la reconquista y llegó a coronarse
emperador de toda Hispania en la antigua catedral leonesa. A su muerte, dividió
los reinos de León y Castilla entre sus hijos; Fernando II reinó en León,
destacando la reconquista de Extremadura. Su sucesor y último rey privativo de
León fue Alfonso IX, que convocó las primeras cortes de Europa, con
participación de todos los estamentos sociales, en la basílica de San Isidoro
en 1188. A su muerte, en 1230, la corona leonesa y la castellana recaen en un
mismo cetro, Fernando III el Santo, perdiendo León la capitalidad fija. En el
siglo XIII la ciudad aún tuvo gran prosperidad comercial y crecimiento. A
mediados de siglo, Alfonso X el Sabio ordenó el derribo de la vieja catedral y
la construcción de la actual, de estilo gótico.
--En la Edad Moderna--
En el
siglo XVI, la Guerra de las Comunidades contra Carlos I en León destacó por un
insólito fervor comunero en el cabildo catedralicio y en los barrios
extramuros. En la órbita local, las dos familias dominantes de aquella época,
los Guzmanes, por parte de los comuneros, y los Quiñones, por parte del rey,
hicieron de la guerra la excusa perfecta para resolver sus diferencias.
--En la Edad Contemporánea--
En 1833
la ciudad adquirió el rango de capital de su provincia, la cual formaría parte,
junto a Zamora y Salamanca, de la Región de León.
Entre
finales de siglo y principios del XX, el desarrollo de la minería del carbón la
convirtió en nudo comercial y de comunicaciones fundamental en todo el noroeste.
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